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  • laurarestrepoad

COLOMBIA: ENTRE EL PERIODISMO ÉTICO Y EL CONTROL MEDIÁTICO DE LAS ÉLITES EN LA PRENSA

Actualizado: 30 abr 2021


 

“Lo primero que hago es preguntarme, ¿Quiénes son las élites? ¿Dónde están? y ¿Qué es lo que pretenden? Solemos relacionar la élite directamente con el poder, ya sea político o económico, aunque suelen ser los dos. Entonces, frente al control que ejercen, pues, si tengo el poder político, económico y demás, controlaré lo que se dice en esos medios de comunicación, lo que quiero que llegue a las comunidades, en este caso, a las más vulnerables, y la información puede ser sesgada, tergiversar algunos procesos sociales, entonces como si fuese un lavado de cerebro, te digo lo que quieres escuchar y me quedo con el resto de la información”.


Con esta premisa dada por María Cecilia Morena Rodríguez, trabajadora social y docente del municipio de Apartadó, nos cuestionamos acerca de los principales actores y elementos que aquejan a los medios de comunicación y que se traducen en el control mediático impartido por aquellos que como mencionaba María Cecilia, tienen el poder, el dinero y los medios políticos para imponer sus intereses sobre la ética del periodista y las necesidades del pueblo.

Foto: María Cecilia Moreno

Efectos en el control de prensa

El control y el poder, son dos aspectos presentes en el hilo conductor de las élites, la una, no existe sin la otra, se necesitan, se complementan. A medida que las entrevistas se realizaban y se contrastaba lo dicho por cada una de las fuentes llegamos a la conclusión, de que a pesar de que cada persona tiene un punto de vista diferente, tanto el control como el poder son aspectos constantes y reales en los medios de comunicación, aspectos que son implementados como mecanismos de opresión en una sociedad donde el poder que se acumula en los altos mandos va encaminado con su estatus en él. Los grandes empresarios, las poderosas familias de renombre, los grupos al margen de la ley y los entes gubernamentales son solo algunas de las muchas razones por las que Colombia vive una prensa sin libertad de expresión, y con total limitación en sus procesos comunicativos, donde la objetividad no prima sobre los intereses de la élite y lo que busca defender esta, a toda costa es mantener su posición de privilegio y expandir su imperio opresor y dominante sobre los intereses de un pueblo, un pueblo que lucha por sobrevivir en un país donde hasta la libertad es negocio. Muchas de las fuentes entrevistadas estuvieron de acuerdo con esta premisa, una de ella fue Luz Marina Loaiza Quintero, Socióloga y docente del Sena, quien hizo mucho énfasis en el poder económico y adquisitivo que tiene la élite en los medios de comunicación. Según Luz Marina, "Los empresarios son los dueños de los medios de comunicación y ellos buscan defender sus intereses y no los del pueblo"

Foto: Luz Marina Loaiza

Y es que cuando un país es controlado; el brindar información y adquirirla se vuelve algo peligroso para quienes hacen la valiente labor de desmantelar las hazañas y hechos del país, a partir de lo anterior, el pueblo quienes por causa de la desinformación que genera la manipulación de la información impartida por las élites y por qué, generalmente, su objetivo es meramente el de maquillar, ocultar y eufemizar la realidad, es quien termina perdiendo.

Luz Marina afirma que uno de los productos negativos que presenta la prensa al ser manipulada es que de allí nace la rama de la corrupción, el hacer malos procedimientos y engañar al pueblo, influenciarlos por falsos ideales y la omisión de información relevante lleva a pensar que las élites hacen de los medios lo mejor que les convenga. Un pueblo controlado por noticias controladas o con verdades no contadas alteran el comportamiento de la población, en este caso, cientos de ciudadanos colombianos; un ejemplo claro de ello nos lo brinda la socióloga en medio de la entrevista:


“ El proceso de paz, llegó a alterar tanto el comportamiento de los ciudadanos, cómo se veía en Medellín, que muchos agredían a ciertas personas porque se manifestaban en contra de quienes estaban llevando que la gente estuviera en contra del acuerdo de paz y eso hizo que muchos fanáticos no analicen y se dejen llevar por las emociones de ciertos politiqueros, comentarios o programas de televisión, y eso lleva a la mala conducta de las personas. Y por eso no se dice la verdad en los medios, porque se señalan y se les juzga al gremio”


Por consiguiente, se identifica que la necesidad de que la elite domine un medio es por adquirir poder, mantenerse ellos en el poder con el hecho también de proteger sus recursos. Y apropiarse, despropiar o robarle al pueblo sus bienes.


Limitantes del poder político

En consideración con lo anteriormente descrito, las fuentes expresaron su postura sobre los descarados mecanismos de control implementados por las elites en los medios de comunicación donde hay tres aspectos a considerar: nivel socioeconómico, estatus social y entorno familiar.

Todos estos aspectos se unen para crear lo que sería un monopolio regido por la élite donde las formas de control que se imponen en los medios de comunicación están plagadas de inconmensurables atropellos a la libertad de prensa. Ejemplo de estos mecanismos son los dados por el politólogo Víctor Hugo Giraldo, según lo expresado "Hay muchas, comenzando porque, el medio de comunicación le impone una entrevista, entonces te dice el formato de la entrevista, te limita en el lenguaje (limita todo lo que puede decir, lo que pueda interpretarse o a darse entender), por eso es tan difícil que formatos como los que hay de noticieros internacionales lleguen al país". Lo dicho por esta fuente nos deja entrever que la extensión del control de las elites es inmensa, pues el alcance de estos llega incluso a medios de comunicación foráneos donde somos percibidos como uno de los países con mayor desigualdad social, donde la jerarquía de la clase alta impone sus bienes y su control sobre las necesidades de la clase obrera y trabajadora y una de esas formas de control más común y presente, es el apoderamiento de los medios de comunicación, donde la élite busca tenerlos en sus manos, en su poder, pues para estos es más fácil distorsionar la información que se transmite en el país si son dueños de los grandes medios donde tendrán más alcance, mayor disciplinamiento hacía las masas y mayor beneficio económico.

Foto: Víctor Hugo Giraldo

Víctor también expresaba su opinión acerca de las consecuencias que se generan entre quienes no están dispuestos a callar, ni a vender su integridad a la élite, en paralelo, a quienes cuentan con privilegios y poder dados por la élite, "Pues aquí en este país, eso es pena de muerte, aquí hay grandes periodistas a los que no les han podido hacer nada porque hacen parte de la élite, porque son los hijos de grandes personajes de la élite". Esto nos lleva a un importante punto en la cuestión, y es que cuando el control no funciona y el silencio no es una opción, las elites lo perciben como una amenaza hacía sus bienes, hacia su integridad y principalmente su estatus en la sociedad. Un hombre asustado es peligroso pero un hombre con poder no le tiene miedo a nada, incluso si para eso tiene que matar.

Finalmente, hay un aspecto a considerar y es el contraste que se percibió entre el área social y el área de ciencias políticas y económicas, pues muchas fuentes como Víctor manifestaban que no existía tal censura, que constitucionalmente no era posible que la hubiera (a pesar de que se viviera esa realidad en Colombia), no lo veían como una forma de oprimir o censurar sino más bien como una manera de controlar e influenciar a los medios de comunicación, Víctor nos llegó a manifestar con énfasis "Yo no estoy diciendo que no haya censura, porque si ustedes van a hablar en una investigación de censura, eso no es demostrable, porque usted vive en un país democrático". Y es aquí donde entra a debatirse la cuestión ¿Es posible que no haya censura en un país donde la desigualdad es el pan de cada día? ¿Es posible que no haya control cuando nuestros dirigentes políticos son los principales dueños de los medios de comunicación? Y con esto no quiere decirse que sea malo, pero si no recomendable, un pueblo necesita una voz firme, real que comparta sus inconformidades y vivencias, donde el proceso comunicativo sea algo objetivo y no una subjetiva que responde a los intereses de las elites.


Las elites vs la prensa

Para poder determinar la causa y la procedencia del control mediático que se imparte por parte de la élite colombiana es importante preguntarnos ¿Quiénes son las elites? ¿Qué formas de control se imponen al periodista?, todas estas preguntas están orientadas a conocer el verdadero contexto de una realidad vivida por el pueblo y por la prensa, donde quien tiene tiene el poder, tiene la última palabra, según Olga Elena Arango Zapata, periodista en la subregión de Urabá, “Hay que considerar que, el Estado somos todos y las élites son los que gobiernan, los que mandan, los que tienen el poder de decir si sí o no, pero vamos a insistir en algo, cuando no se tiene lugar como periodista se puede caer en esto, cuando usted trabaja en una campaña política para un grupo, cuando usted por su parte económica trabaja en una emisora, empresa o grupo social, ya tiene un control” . Olga nos menciona algo importante y es el apoderamiento de los medios de comunicación por parte de la élite, pues el hecho de tener ese poder adquisitivo en los medios masivos, genera un control hacía la transmisión de información impartida por el periodista, donde se determina que si y que no se filtra, que es conveniente y que no es beneficioso para los intereses de la elite, limitando muchas veces espacios de debate y diversidad de ideas y opiniones. También un aspecto que entra a jugar en la cuestión es que muchas veces cuando no se tiene un espacio, lugar, o reconocimiento en este país, es muy difícil que te desligues del control que se te imparte, pues en ocasiones, como expresaba Olga, periodistas que no cuentan con tanto reconocimiento o prestigio son más fáciles de controlar o influenciar ya que trabajan para medios de comunicación o campañas políticas donde el control económico es un factor en contra de la ética del periodista, pues se pone en una balanza, la moral y principios de este frente al sustento y la supervivencia en el mercado laboral, donde la premisa fundamental es, o te adaptas o te cambian.

Foto: Olga Elena Arango

Olga nos contaba también algunas de sus anécdotas donde experimentó control y desigualdad de género, “Claro, uno siente el control, la presión social, la presión política y la presión económica. En la subregión del Urabá se observa que, llegas como periodista y es como que llegara el diablo o un duende, no sé, algo extraño; porque muchas veces el ejercicio del periodismo se vuelve agresivo en otros, que uno es amarillista, en otros casos, no me dejan pasar la nota si no pagaba y se convierte en ese círculo vicioso. Pero sí lo he sentido, y creo que las mujeres, lamentablemente, lo estamos sintiendo más” . Hay dos aspectos que hay que recalcar y es el estigma que se tiene hacía el género femenino en la prensa, y también el hecho de que haya mayor control hacia las periodistas, pues muchas veces ese control es más fuerte, latente y presente en las mujeres, donde se puede visibilizar mayor presión y abuso de parte de la elite.

Foto: Paulina Bedoya

Paulina Bedoya, artista visual y estudiante de Filosofía, nos relataba también sus experiencias como fotógrafa en un entorno regido por la élite y la desigualdad de género, y además, nos explicaba cómo esto afecta el desempeño laboral y el autoestima de una mujer en los medios. Según expresaba Paulina, En muchos sentidos la verdad, eso afecta las posibilidades de crecer en el medio, el panorama laboral, los reconocimientos que se deberían de dar a mujeres demasiado talentosas, y eso afecta que hay una preferencia en el medio. También afecta nuestra confianza, por ejemplo he cuestionado mi trabajo y llegado a pensar que mi trabajo no es tan bueno como el de los demás.” De nuevo, se logra percibir que hay mayor presión y control hacía la prensa femenina, donde ya las implicaciones no solo recaen en lo económico o en lo político, sino también en aspectos morales y éticos.

Otro punto clave en la entrevista dada por la periodista Olga, fue el criterio y la conciencia social que debemos tener cada uno de nosotros, no solo la prensa, también el pueblo, pues un pueblo ignorante es un pueblo sin armas ante la injusticia, y una prensa sin criterio y sin libertad de expresión, es una prensa vacía y corrupta. Según Olga, “Uno de los principios de la Constitución Política Colombiana es que nosotros podamos pensar, opinar, actuar, que tengamos pensamientos distintos, cuando no se piensa, todo es peor. El conocimiento es la pasión. Y el no pensar es lo que afecta.” Esto también es una invitación a reflexionar, a informarnos y a contrastar no solo lo que nos dice el estado, sino también lo dicho en los medios de comunicación, donde muchas veces la información transmitida es decidida por los intereses de la élite.


¿Control del gobierno o desconocimiento de la prensa?

Se dice que el Estado colombiano no tiene control sobre determinados temas que le acontecen a los medios de comunicación, sin embargo en la constitución se establece que es un derecho fundamental la libertad de expresión y la libertad de prensa, los cuales se encuentran entre el art. 1 y el art. 40.

El Estado tiene que favorecer la libertad de prensa y de expresión. Lo que sucede, es que a su vez, el Estado (en Colombia, legalmente las cosas están bien constituidas, se debe promover la libertad de prensa y de expresión, no debe ser limitada, siempre y cuando no se afecte al otro, ¿Cómo así? Hay un principio fundamental del derecho que dice: mis derechos terminan, donde comienzan los de los demás, o sea que por más que yo tenga libertad de expresión yo no puedo difamar o calumniar y por eso la libertad de expresión o de prensa tiene sus propios límites) a veces abusa de los límites, así que no es que el Estado pueda promover la censura, sino que en la práctica son cosas que suelen suceder simplemente argumentando.

Foto: Carmen Amalia Ríos

Que el estado interfiera en los medios masivos de comunicación es constitucional y a su vez es legal, el control que tiene el Estado, lo tiene porque la televisión es un servicio prestado por el mismo, es un servicio público, digamos que el control que se hace sobre eso es el control para administrarlo, para los funcionarios que trabajan ahí, para presupuestarlo. entonces, así sí es legal, sin embargo, esos no son los medios masivos en Colombia, los medios masivos son privados; lo que el Estado sí puede controlar por medio de esos medios es la defensoría del televidente (la transmisión de la verdad).

Ahora, la otra perspectiva que se quiere plantear y que con ayuda de la abogada Carmen Amalia Ríos se puede esclarecer, es que toda persona en Colombia que ejerce periodismo o tenga la intención de investigar y decir la verdad sus derechos son gravemente vulnerados, es una labor que es peligrosa y atenta contra la vida del profesional. Hay garantías o fundaciones que respaldan a dichos trabajadores, al mismo tiempo, que acciones toma la justicia cuando un medio de comunicación censura; por lo que ella aporta lo siguiente:


“En el caso del periodista y fotógrafo, los dos básicos y fundamentales (de hecho, existen fundaciones, como la Fundación para la Libertad de prensa. Es como en el caso del derecho al trabajo siendo este un derecho constitucional, y de ahí se derivan un montón, como por ejemplo el derecho a la protesta como organizaciones sindicales, derecho a la igualdad, al buen trato) son el derecho a la libertad de prensa, que está ligado al derecho al trabajo. La censura está prohibida, entonces un juez de tutela podía defender el derecho a la libertad de expresión de un periodista a través del mecanismo de acción de tutela, por incumplimiento de estas, se puede encarcelar tres días. O un medio de comunicación que aplica la censura, puede perder la licencia de funcionamiento, así que depende del caso y de su gravedad. Puede haber sanciones económicas, pérdida de licencia de funcionamiento, pérdida de licencia de periodista. También, las garantías existen, la protección que se tiene es por parte de la fiscalía, denunciar a la fiscalía no solo las amenazas hacia su persona sino también la vulneración a su ejercicio profesional. Lastimosamente sí, hay casos en los que las élites logran que no se pueda demandar, a veces prefieren conciliar y pagar para callar a la persona antes de llegar a un proceso en la ley”.


Finalmente, pudimos analizar con este proceso investigativo y la percepción dada por cada una de las fuentes, todas aquellas variantes, causas, consecuencias, y factores que hacen parte de esta problemática y que no solo afectan a la prensa, si no también al pueblo que es quien recibe una información, que en muchas ocasiones, es una información tergiversada y que como producto de esta nace una sociedad que no confía en los medios de comunicación y que está siendo manipulada por la élite. Según lo planteado por María Cecilia Moreno Ramírez, trabajadora social, el sistema de la élite colombiana no es de ayer por la tarde, es un sistema que viene desde hace muchos años y que se ha mantenido en las mismas familias de la élite, y la única forma de acabarlo, es con la comunicación, porque esta te permite acceder al conocimiento y develar las verdaderas intenciones de la élite, rompiendo esa cadena de dominio y manipulación hacia las masas.

Además María Cecilia también hace énfasis en que el camino hacia la conciliación de esta problemática es con la élite, no para ser parte de esta, sino de entablar un consenso con ambas partes.

El control de las élites, es algo que se vive día día en Colombia, donde los más afectados son las comunidades vulnerables, las minorías, y la prensa, que es quien recibe el mayor impacto, pues las formas de control tanto políticas como económicas, están engendrando una prensa manipulada, amarillista y subjetiva, que no piensa en las necesidades del pueblo, si no en los intereses de la élite.






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